miércoles, 12 de noviembre de 2014

Comunicación Familia - Escuela

La implicación de la familia en la escuela no ha estado siempre a la orden del día,  antes el papel recaía únicamente sobre las instituciones educativas dejando en sus manos todo lo referido a la educación. A lo largo de las últimas décadas se han producido numerosos cambios tanto en política, economía, sociedad, familia, educación… 

En 1966, el informe Coleman sobre la igualdad de oportunidades educativas dio pábulo a creer que el origen social, en este caso la familia, es decisivo para obtener buenos resultados en la escuela. Más tarde, en 1972, Jenks publicó un estudio sobre la desigualdad en el que ponía de manifiesto que el rendimiento académico se debe principalmente a al origen familiar y a factores extraescolares y solo en una pequeña parte a la reforma educativa.

Centrándonos en los factores socio culturales que influyen en el rendimiento escolar hay que hablar del origen de la familia, es decir, en qué medida la distancia o la proximidad entre la educación familiar y la escuela contribuyen a un mayor o menor rendimiento escolar. Es importante que los padres conozcan el currículum escolar y tengan buena información de la organización de la escuela y del valor y contenido de las diferentes materias que en ella se enseñan. Los padres pueden ayudar a sus hijos obligándoles a estudiar, sirviéndoles de guía en los estudios, ayudándoles a hacer los deberes, etc. (campusvirtual, 2014)

Surgen problemas, las jornadas laborales más largas y la inclusión de la figura de la mujer en el ámbito laboral hace necesaria una mayor implicación de los agentes educadores, en este caso la escuela o el instituto, en el proceso o mejor dicho en las responsabilidades educativas. Esto hace necesario una comunicación activa entre padres e instituciones, además de un trabajo conjunto a la hora de formar e inculcar valores y normas para crear unos hijos/alumnos críticos, responsables, motivados, autónomos…
No se hace fácil este hecho debido a horarios contrapuestos entre profesores y padres, y además no siempre los padres están dispuesto o al contrario, los docentes no siempre están abiertos a esta colaboración. 

Cuando hablamos de participación entre familia y escuela no hablamos de reuniones o tutorías, sino de algo más, la creación de actividades conjuntas, a participar en el consejo escolar, y en el A.M.P.A. y que exista una relación de confianza y ayuda, ya que familia y  escuela son un binomio vital e inseparable para un desarrollo educativo  y personal óptimo del hijo/alumno y su incorporación a la sociedad. Si por el contrario se suprime este binomio los problemas en su evolución escolar y sus limitaciones se harán .

RELACIÓN FAMILIA - ESCUELA

El Plan de Escuelas de 16 de Febrero de 1825, es cuando por primera vez se comienza a tener en cuenta a nivel nacional, un reconocimiento a la participación de los padres a través de las “Juntas Escolares de Pueblo”. (Gómez, A. 2006)
Es con la Constitución de 1978, cuando se empieza a apostar porque los padres formen parte de los órganos de participación de las instituciones educativas. En su artículo 27.7 en la Sección 1ª dedicada a los “Derechos y Libertades”, se especifica “Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la ley establezca”.

  • Formas de comunicación:

Los padres y madres tienen diversas maneras de participar en los centros escolares. La familia puede participar en la vida y gestión de los centros docentes tanto de forma individual, a través de tutorías, como de forma colectiva, a través de las asociaciones de madres y padres del alumnado y los consejos escolares.
Un primer nivel, el más básico, implica estar informados de lo que acontece en la escuela, interesarnos por todo lo que hacen nuestros hijos, asistir a las reuniones de clase o de tutoría, o establecer una coordinación entre nuestra actividad educadora y la del centro.

La participación individual
Esta participación tiene su propio instrumento: las tutorías. La tutoria y la orientación son parte esencial de la función docente. Cada alumno tiene asignado un tutor que conoce su expediente académico y su situación personal en el centro escolar y se ocupa de la relación con su familia.

La participación colectiva
La participación de las familias puede hacerse también a través de sus entidades representativas, las asociaciones de madres y padres del alumnado (AMPA) lo que permite abordar de manera colectiva los problemas y organizar soluciones y actividades para conseguir unos fines comunes.

CONCLUSIONES

La familia y la escuela son los dos grandes agentes socializadores de los niños y niñas. Cada una presenta su propia independencia en su forma de hacer y a la vez es responsable de desempeñar unas acciones, con el objeto de favorecer el desarrollo armónico de los más pequeños.

Se percibe la positividad de que las familias formen parte del día a día de las escuelas, repercutiendo en la obtención de buenos resultados académicos y en el desarrollo óptimo de los niños y niñas.

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