Pedro Martín Gutierrez, de la Universidad Complutense de Madrid, explica en El sociograma como instrumento que desvela la complejidad, publicado en Empiria: Revista de metodología de ciencias sociales Nº 2 (1999) cómo funcionan determinadas herramientas empleadas en Sociología. El análisis de redes (análisis reticular; network analysis) parte de la premisa de que se puede pensar la sociedad en términos de estructuras; que estas estructuras sociales se manifiestan en forma de relaciones entre actores sociales, ya sean estos actores grupos, organizaciones, clases o individuos; que los conjuntos de vínculos o de relaciones sociales forman redes; que según sea la posición que los difetrentes actores intervinientes ocupan en dichas redes, van a definir sus valores, creencias y comportamientos. Debemos recordar que el análisis no presta atención a los individuos ni a los grupos, sino las relaciones y las redes de relaciones, pues los grupos surgen de las redes de relaciones y están cruzados por la pertenencia de sus miembros a distintas redes.
Teoría de redes sociales, publicado en Suplementos Anthropos Nº 22 (1990) "la técnica del sociograma consiste en representar gráficamente las relaciones interpersonales en un grupo de individuos mediante un conjunto de puntos (los individuos) conectados por una o varias líneas (las relaciones interindividuales). En el sociograma las líneas empiezan a ser relaciones sociales de cualquier tipo y los puntos entidades sociales, que no se identifican necesariamente con los individuos".
En este caso, el grupo A del Máster Universitario en Profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas, participó en un test sociométrico a través de un cuestionario. En el que se les formulaban una serie de preguntas, para que expresasen sus preferencias en la realización de distintas actividades.
Las preguntas debían ser contestadas mediante una escala de apreciación, en la práctica que nos ocupa, vamos a centrarnos en el análisis del sociograma derivado de una de esas preguntas, exactamente de “¿con quién te tomarías un café?”.
Las respuestas eran anónimas, para que manifestar preferencias no fuera perjudicial para el grupo. Por lo tanto, en los resultados se cambiaron los nombres por letras y números, en este caso se utilizó la letra M para denominar a las chicas y H para los chicos. Además, ambas letras se acompañaron de un numero correlativo según el orden de respuesta de las preguntas.
A continuación se muestran las imágenes de amos sociogramas, en uno de ellos (sociograma 2), fueron eliminados los numero 3.
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Sociograma 1 |
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Sociograma 2 |
Para obtener la información necesaria, se aplica un cuestionario sencillo al grupo. En este caso, los integrantes del grupo contestaron de manera individual a la pregunta ¿con cuál de tus compañeros prefieres tomar un café? y a continuación debían seleccionar a tres personas entre la lista de alumnos, de tal manera que al elegido en primer lugar se le puntúa con un 1, al escogido en segundo lugar con un 2 y al tercero con un 3. Las respuestas son anónimas y los nombres están codificados en letras y números para evitar alusiones. Los resultados obtenidos se trasladan a una matriz sociométrica en Excel. Después, usando la herramienta Ucinet, se genera un gráfico para el análisis. Así, podemos extraer una serie de conclusiones que reflejan la estructura social del alumnado en el aula.
Fijándonos en los alumnos que han sido objeto de más elecciones, podemos referirnos a ellos como populares. En el grupo central pueden verse relaciones recíprocas tipo díada o pareja y tipo triángulo. Por otra parte, en el área superior de la gráfica podemos observar alumnos ignorados o desatendidos, pues reciben pocos o ningún voto de sus compañeros.
Como resultado de la aplicación de sociogramas, el docente puede detectar a los alumnos que son rechazados por el grupo y presentan problemas de integración, reconocer a los alumnos que actúan como líderes, es decir, los más aceptados y con mayor influencia en el grupo, y naturalmente, detectar los diferentes grados de interacción social. Conviene aplicar el sociograma al inicio del ciclo para detectar dificultades sociales, y repetir el sociograma tras un tiempo para observar la evolución de estas dinámicas.
BIBLIOGRAFIA
-Gutiérrez, M. El sociograma como instrumento que desvela la complejidad. Madrid. Empiria: Revista de metodología de ciencias sociales Nº 2 (1999).
-PIZARRO, Narciso (1990): Los métodos de estudio de las organizaciones Administrativa. Coloquio, Madrid.
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